Líderes mundiales reunidos en la Asamblea General de la ONU interrumpieron con sus aplausos en más de 20 ocasiones el discurso del Papa Francisco, que se convirtió hoy en el primer pontífice en inaugurar de forma simbólica el plenario del organismo multilateral.
El Papa abordó algunos de los problemas más acuciantes de la humanidad ante los líderes mundiales, o sus representantes, que se reúnen en Nueva York para participar en la Asamblea General con mayor número de jefes de Estado y de gobierno en la historia.
Francisco también habló de la pobreza y la “cultura del descarte”, así como de la amenaza nuclear y hasta del narcotráfico y el terrorismo.
Quinto Papa en ofrecer un discurso ante la ONU, Francisco ha sido sin embargo el que arriba a este foro con una mayor aclamación popular y con una voz que ha sido capaz de trascender a la grey católica y de colocarse de manera consistente al lado de los desamparados.
Entre los asistentes a la reunión destacó la canciller federal de Alemania, Angela Merkel; así como la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. La delegación de México estuvo encabezada por la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó ante la Asamblea General que Francisco “se afana cada día para incluir a los excluidos”, y añadió que el pontífice se siente como en casa con los pobres y los “olvidados”. Su visión mueve a millones. Sus enseñanzas generan acción. Su ejemplo nos inspira a todos, explicó Ban.