Decenas de trabajadores de la aerolínea francesa Air France penetraron a la sede del grupo y agredieron a miembros de la dirección en el momento en el que desgranaban su plan de ajuste, que incluye el despido de 2,900 empleados, los primeros de la historia de la compañía.
El presidente de Air France, Frédéric Gagey, abandonó de forma precipitada el lugar al ver entrar a los trabajadores, rodearon al director de recursos humanos, Xavier Broseta, y le desgarraron la camisa.
Los sindicatos de la aerolínea habían convocado una jornada de paros que ha tenido poca incidencia en el tráfico de la compañía, y una manifestación en las puertas de la sede social de Air France, situada en las proximidades del aeropuerto parisiense de Roissy-Charles de Gaulle.
En el interior tenía lugar un Comité de Empresa en el que la dirección explicaba a los representantes sindicales sus planes de ajuste, que pasan por la reducción de un 10% de su oferta de vuelos, lo que se traducirá en la supresión de 2,900 puestos.
Un grupo de trabajadores logró superar las barreras de seguridad que les impedían la entrada al lugar de la reunión, lo que provocó la suspensión del Comité y degeneró en incidentes con algunos miembros de la dirección.
Ante la creciente competencia de las compañías de bajo coste en sus vuelos de corta y media distancia y de las aerolíneas del Golfo en los de largo recorrido, Air France puso en marcha un plan de incremento de la productividad que pretendía consensuar con los sindicatos.
Pero la semana pasada dio por rotas las negociaciones y acusó a los representantes de los pilotos de no querer transigir, por lo que lanzó un plan alternativo que pasa por la reducción de la actividad y, por vez primera en su historia, por despidos.