Autoridades estadounidenses desmantelaron una red de tráfico de personas que explotaba sexualmente a mujeres latinoamericanas, incluida al menos una menor, en burdeles ilegales en varios estados norteamericanos.
La llamada operación “Refugio Seguro”, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo a 29 personas en 13 ciudades y ocho estados e identificó a 15 víctimas de tráfico sexual. Nueve sospechosos todavía no han sido detenidos.
Esta red de tráfico sexual introducía ilegalmente en Estados Unidos por la frontera de México a mujeres mexicanas y centroamericanas, a las que explotaban sexualmente en burdeles en Alabama, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Texas.
De ser encontrados culpables de los delitos de los que se les acusan, los presuntos traficantes podrían ser condenados a cadena perpetua y a pagar una multa de 250 mil dólares en el caso de prostitución de una menor. Y por los cargos de transporte interestatal de prostitutas podrían ser condenados hasta a cinco años de prisión y una multa de 250 mil dólares.