Niños que nacieron dentro de una cárcel tienen problemas para su desarrollo y en México 377 niños viven en la cárcel con sus mamás, situación que los pone en doble riesgo ya que por un lado los expone a un ambiente de violencia en una etapa clave de su desarrollo y por el otro carecen de protección institucional al no ser reconocidos como parte de la población de los reclusorios.
Saskia Niño de Rivera, fundadora de la asociación civil Reinserta señala que todos los niños que viven en las cárceles nacieron cuando su mamá estaba presa, por lo cual pueden quedarse con ellas, pero como en la legislación no hay un apartado especial sobre ellos, los centros carecen de recursos para atenderlos con consecuencias graves para su desarrollo. Por lo que les falta espacios para dormir, jugar, alimentos adecuados para su edad y hasta carencia de ropa son algunos de los problemas que enfrentan por no tener recursos, añadió la integrante de Reinserta.
Y como no están contemplados en los presupuestos por más que el director de la cárcel quiera darles un apoyo no puede ya que al comprobar gastos esas compras no son válidas y estaría violando la ley. Por eso los niños subsisten de apoyos de la sociedad civil, pero lo ideal sería una partida especial, dijo Niño de Rivera.
Saskia Niño de Rivera explicó que está demostrado que vivir junto a los reclusos conduce a que los menores de edad tengan un desarrollo traumático, que se traduce en conductas violentas, hipersensibilidad en temas sexuales y uso de lenguaje adulto.