Al menos 140 personas murieron en tiroteos y explosiones en diversos lugares de París, entre ellos 100 en la toma de rehenes en la sala de conciertos Bataclan, en los hechos de violencia más letales en Francia en décadas.
El estadio de Francia fue cerrado por tres explosiones en sus inmediaciones que causaron varios heridos mientras se disputaba el partido de fútbol Francia-Alemania, al que asistía el presidente francés, Francois Hollande, que fue evacuado junto con su ministro del Interior Manuel Valls, y el titular de Interior, Bernard Cazeneuve, para hacer balance sobre los tiroteos y explosiones de París.
Por su parte Hollande convocó a una reunión de emergencia de su gabinete tras los ataques y el municipio de París pidió por Twitter a los ciudadanos que se mantuvieran en sus casas.
En una breve declaración televisada, Hollande dijo que declarará un estado de emergencia en el país y el cierre de sus fronteras.
Hasta el momento nadie se atribuyó inmediatamente la responsabilidad de los ataques en París, que ocurrieron pocos días después de atentados reivindicados por milicianos del Estado Islámico en un distrito chií del sur de Beirut, en el Líbano, y luego de que un avión de turistas rusos se estrelló en la península del Sinaí, en Egipto.