El presidente de Rusia, Vladimir Putin, apeló a la cooperación internacional para contrarrestar la amenaza del terrorismo en el mundo, después de la toma de rehenes en un hotel de Bamako, Malí, en la cual murieron seis ciudadanos rusos.
Putin envió este sábado un mensaje de solidaridad al presidente Ibrahim Bubacar Keïta y al pueblo de Malí por los acontecimientos suscitados la víspera en la capital de esa nación africana, informó el Palacio del Kremlin en un comunicado.
El líder ruso describió los hechos en Bamako, capital maliense, como “un crimen atroz que reafirma que el terrorismo no conoce fronteras y es un verdadero peligro para el mundo entero. Gente de diferentes nacionalidades y religiones se convierten en sus víctimas”.
Un grupo armado irrumpió la víspera en un hotel de lujo en esa ciudad y tomó como rehenes a 170 personas, la mayoría extranjeros, un episodio que se prolongó por casi 10 horas y terminó con una operación militar conjunta de Malí, Francia y Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades malienses, sólo 21 personas perdieron la vida y siete resultaron heridas, mientras que el resto de los retenidos fueron liberados sanos y salvos. Bamako ha confirmado la muerte de dos atacantes en el hotel, pero se desconoce con precisión el número de asaltantes que participaron en la toma de rehenes, que fue reivindicada por un grupo yihadista africano, vinculado a la red Al Qaeda.
Putin aseguró que “sólo a través de la más amplia cooperación internacional se podría contener la amenaza terrorista”.
La cancillería rusa condena enérgicamente este brutal crimen que busca desestabilizar la situación en Malí y expresa sus condolencias por las víctimas, sostuvo su portavoz Maria Zakharova, quien además informó que otros nueve rusos fueron rescatados con vida.