Investigadores de la Procuraduría General de la República que recolectaron los restos de al menos 19 personas localizadas en una fosa clandestina en el municipio de Leonardo Bravo, Guerrero, tomaron muestras de ADN para comparar las evidencias con la base de datos genética de personas que denunciaron la desaparición de algún familiar.
Los primeros reportes señalan que en ese sitio había nueve cuerpos completos, otros ocho que estaban semi calcinados, y localizaron restos óseos que al parecer pertenecen a otras dos víctimas, pero se cree que el número de cuerpos podría sea mayor.
La PGR lleva a cabo las investigaciones forenses y periciales para identificar los cuerpos con muestras de ADN que permitan comparar los resultados con los de 638 personas que viven en la zona norte de Guerrero, mismas a las que les tomaron muestras porque denunciaron la desaparición de algún familiar.
A partir de la búsqueda de los 43 normalistas que fueron “levantados” por policías municipales de Iguala, entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, las autoridades han localizado muchas fosas clandestina con decenas de cuerpos, en Guerrero.