La instalación de paneles solares que ayudarían a tener energía eléctrica a un costo mucho menor fue detenida por los habitantes de la ciudad de Woodland, en Carolina del Norte.
La firma Strata Solar, encargada de construir una granja de paneles solares, dijo que el argumento para evitar su construcción fue que esta tecnología ecológica “chupa la energía del Sol” como si ésta se fuera a acabar pronto.
Tras una votación entre los concejales de la pequeña población, se determinó que Strata Solar no podría edificar nada en esa localidad.
De acuerdo a una profesora de ciencias de la localidad, los paneles solares evitarían la fotosíntesis, impidiendo que las plantas crezcan.
Otra persona alegó que la energía solar provocaba cáncer en las personas, mientras que otros aseguraron que los paneles solares harían que la gente joven abandone el pueblo.
A pesar de que Strata Solar explicó cómo funcionaban sus paneles solares, la gente del pueblo se negó a la construcción que les ahorraría miles de dólares al año en energía eléctrica.