Un camión custodiado por policías estatales y de la Policía Ministerial salió del reclusorio con al menos 72 reos sin informarse oficialmente hacia dónde los llevaban. El rotativo señala que fuentes extraoficiales señalaron que en uno de los aeropuertos, autoridades federales estaban esperando la llegada de los reos, para trasladarlos en avión.
Por su parte el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, anunció que la situación en el penal del Topo Chico se encuentra bajo control y que no hubo fuga de reos y descartó el uso de armas de fuego.
Confirmó la muerte de 52 reos del penal y 12 heridos, cinco de gravedad, durante un enfrentamiento ocurrido en el interior del centro penitenciario entre dos grupos criminales.
Detalló que los hechos iniciaron alrededor de las 23:30 horas de ayer, cuando se registró una riña entre internos del Centro de Readaptación Social, ubicado en la colonia Valle Morelos, en el noroeste de la capital regiomontana.
Tras precisar que los hechos violentos se circunscribieron a los módulos ambulatorios C-2 y C-3, señaló que “estamos viviendo una tragedia derivada de la situación tan difícil en que se encuentran los centros penitenciarios”.
Añadió que durante los disturbios, internos prendieron fuego a bodegas de víveres, sin afectar áreas de dormitorios.
El ejecutivo estatal enfatizó que todos los muertos y heridos son del sexo masculino, por lo que no hay mujeres o niños que hayan sufrido daños por la violencia suscitada.
Indicó que el proceso de identificación prosigue por parte de la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por lo que pidió esperar a datos fidedignos para conocer identidades de víctimas.
Señaló que se dará atención a familiares de víctimas, a través del sistema DIF, secretarías de Salud y General de Gobierno.
Rodríguez Calderón mencionó que para el deslinde de responsabilidades, pedirá la presencia permanente de personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).