Un violento incendio forestal se expandía rápidamente el sábado en Canadá, ayudado por vientos cálidos que avivaban las llamas en el corazón de la región energética de la provincia de Alberta, obligando al cierre de la actividad en los principales yacimientos de arenas bituminosas del país.
El incendio ya ha forzado la evacuación de 88 mil personas de la ciudad de Fort McMurray y el número iba camino a duplicarse el sábado, en el séptimo día de lo que podría convertirse en el desastre natural más costoso de la historia de Canadá.
La policía escoltó a otra caravana de personas evacuadas de la región de arenas bituminosas al norte de Fort McMurray, llevándoles en un extenuante viaje a través de zonas quemadas y aún humeantes de la ciudad. Se cree que unas mil 600 estructuras han sido destruidas.
El sábado, las temperaturas en la zona estaban cerca de los 28 grados Celsius y funcionarios dijeron que el clima caluroso complicaba sus esfuerzos por controlar las llamas.
“Es un incendio impredecible, peligroso, un incendio absolutamente violento que se ha estado alimentando de un bosque extremadamente seco”, dijo el ministro de Salud Público de Canadá, Ralph Goodale, en una rueda de prensa.
El fuego había consumido al menos 156 mil hectáreas para el sábado por la mañana, dijo el Gobierno de la provincia de Alberta. Las autoridades advirtieron el viernes que el área afectada podría duplicarse antes del domingo.