La seguridad del Departamento de Policía de Dallas se reforzó este sábado con fuerzas especiales por una amenaza, después de que cinco agentes murieran el pasado jueves tiroteados durante una manifestación en el centro de la ciudad.
El Departamento de Policía de Dallas recibió una amenaza anónima contra las fuerzas del orden en la ciudad y ha tomado medidas de precaución para reforzar la seguridad, afirmó la Policía en un comunicado divulgado por los medios locales.
Agentes de las fuerzas especiales de policía SWAT han sido desplegados en el edificio, adonde han llegado en varios furgones blindados, según las imágenes emitidas por las televisiones locales de la ciudad tejana.
Las puertas de la comisaría, ante la que se congregaron este 9 de julio ciudadanos para ofrecer su apoyo a la Policía tras la masacre del jueves, se han cerrado y agentes han tomado posiciones en el interior.
Al menos dos edificios del Departamento de Policía de Dallas se encuentran protegidos por numerosos vehículos policiales y agentes armados en el exterior.
Se desconoce de momento qué investiga la policía. El mayor Thomas Castro dijo que se han realizado varias amenazas contra la policía de Dallas, aunque nada específico.
Se ha solicitado a los reporteros que se alejen del área.
La matanza, que también causó nueve heridos (siete policías y dos civiles), acabó con la paz en la que discurría una manifestación de cientos de personas que denunciaban la reciente violencia de las fuerzas del orden contra ciudadanos negros en el país.