La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) definió ayer un nuevo mecanismo de seguimiento al caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, formado por al menos tres personas que harán mínimo tres visitas a México y actuarán sin límites temporales para la investigación y la atención a las víctimas.
El CIDH explicó el mecanismo en una resolución después de dos días de reuniones en Washington con una delegación del gobierno y otra de los padres y representantes de los 43.
El mecanismo dará seguimiento a las cuatro medidas cautelares dictadas por la CIDH en 2014 y, según el gobierno, su actuación será indefinida en el tiempo, con lo que terminará sólo si la Comisión levantara esas medidas que exigen al Estado avanzar en la investigación y asistir a las víctimas.
De esta forma se abre una nueva etapa en la relación de la CIDH con el caso de Ayotzinapa después de que en abril acabara el mandato del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), nombrado por la Comisión para la investigación y acusó al gobierno de obstaculizar su trabajo.
El nuevo mecanismo especial estará encabezado por el presidente de la Comisión y relator encargado de México, el estadounidense James Cavallaro, o por otro comisionado designado por la CIDH, quien realizará tres visitas a México. También tendrán acceso pleno a la información necesaria en los expedientes y otras fuentes correspondientes al caso, de acuerdo con la normatividad mexicana vigente y los estándares internacionales aplicables, explicó la CIDH.
El gobierno mexicano dará apoyo económico a la CIDH para asegurar el financiamiento del mecanismo y asegura que no habrá ninguna limitación en el acceso mecanismo a la investigación, según dijo el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, Miguel Ruiz Cabañas.