El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó este miércoles su preocupación sobre los bancos occidentales y particularmente los europeos, en momentos en que la situación del Deutsche Bank y otras instituciones inquieta a los mercados.
Amenazado con una multa multimillonaria por Estados Unidos por haber vendido créditos hipotecarios de alto riesgo (“subprime”), que precipitaron la crisis mundial de 2008-2009, el banco alemán provocó la caída de las bolsas europeas, preocupadas por la fragilidad del sector.
Deutsche Bank forma parte de los bancos de inversión que “tratan de abandonar un modelo de actividad obsoleto” basado en instituciones gigantescas, estimó Peter Dattels, el director adjunto del Departamento de Mercados financieros, durante una conferencia de prensa.
Según él, el banco alemán debe seguir convenciendo a los inversores de que su modelo de actividad en el futuro es viable y que enfrenta los riesgos implícitos en la demanda en curso.
Las instituciones financieras de las economías avanzadas enfrentan una “serie de desafíos estructurales y coyunturales y se deben adaptar a esta nueva era de débil crecimiento y de tasas de interés bajas”, indicó el FMI en su nuevo informe sobre la estabilidad financiera.