Si bien el verano es para descansar y relajarse, las altas temperaturas obligan a preocuparse de determinados alimentos que sin una correcta manipulación pueden generar problemas de salud.
Varios son los productos que al ser consumidos pueden provocar intoxicaciones estomacales. Vómito, diarrea, náuseas y dolor abdominal agudo (más conocidos como retortijones) y, ocasionalmente, fiebre, son los síntomas más comunes de estas intoxicaciones alimentarias.
Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello de Chile, detalla cuáles son los alimentos más riesgosos para consumir durante el verano, según su manipulación:
Carnes de vacuno enteras y molidas insuficientemente cocinadas y servidas frías o a temperaturas tibias. La zona de temperatura de peligro está entre 6° y 57°C, donde se multiplican los patógenos de la E. Coli toxina Shiga.
Pescados y mariscos crudos poco frescos e insuficientemente cocidos (ceviches crudos y sushi con pescados crudos no certificado para consumo crudo). Esto puede generar norovirus y hepatitis A por procedencia de los mariscos por agua contaminada.
Huevos y preparaciones a base de huevo fresco no pasteurizados (omelette, tortilla, pisco sour a la peruana, papas rellenas, mayonesa casera). El patógeno es la salmonella spp.
Legumbres, arroz y papas mantenidas a temperatura ambiente y servidas con uno o más días y servidas a temperaturas tibias (bacillus cereus).
Ensaladas de verduras y frutas procesadas a temperatura ambiente, también zumo de frutas (E.coli y Shigella spp) y se encuentra Staphylococcus aureus por incorrecta manipulación e higiene en la manipulación de alimentos.
Lácteos y sus derivados con pérdida de cadena del frio, incluye postres de leche mantenidos a temperatura ambiente (Salmonella spp).
Carnes y aves guisadas y con salsa, con más de un día de preparación sin refrigerar y servidos a temperaturas menores a 60°C (Clostridium perfringens).
Helados con crema y de leche (por manipulación incorrecta y contaminación cruzada).
“Durante el verano es importante la conservación de alimentos, la cadena de frío, que se refiere a un sistema continuo de mantención de los productos alimenticios a temperaturas inferiores a 5°C desde la recepción de los alimentos hasta su consumo como alimento o producto final”, detalla la nutricionista.