Nora Trueba e Israel Ochoa son dos mexicanos que formaron su familia en Canadá: ambos cuentan con empleo y tienen tres hijos nacidos en territorio canadiense, su único problema es que no regularizaron su situación migratoria y tenían una orden de deportación.
Se les solicitó regresar a México junto con sus hijos, hasta que un juez concedió a la familia permanecer en el país, según publicó el medio local CBC News.
Para Carlos, de 9 años, la orden del juez le dio una nueva sensación de seguridad, y no sólo a él, también para sus hermanos, Luka, de 6 años, y Kayden, de 5.
Los menores contaron al medio canadiense que lograron volver a dormir la noche en que sus padres recibieron una carta de la oficina de Inmigración y Ciudadanía diciendo que su solicitud para permanecer en el país había sido aprobada.
Trueba y Ochoa llegaron a Toronto en el 2005 como visitantes. Cuatro meses más tarde, solicitaron la protección como refugiados, pero abandonaron el proceso y comenzaron a trabajar en limpieza, pero como indocumentados.
La pareja solicitó permiso para permanecer en el país por razones humanitarias hace tres años, para ese entonces ya tenían a sus tres hijos.
La solicitud fue rechazada días antes de la Navidad de 2015; Ochoa fue arrestado y se emitió una orden de deportación.
La pareja apeló, pero su solicitud fue rechazada una vez más antes de ser enviada a una revisión judicial.
La primavera pasada, un juez envió la solicitud de regreso a Inmigración, diciendo que los oficiales no habían sopesado adecuadamente los intereses de los hijos de la pareja, todos ellos ciudadanos canadienses.
Este mes, un tercer oficial de inmigración aceptó la solicitud de la pareja.
La decisión es definitiva, pero podría tomar hasta 18 meses para que los padres terminen el proceso para convertirse en residentes permanentes.