El gobierno español anunció el sábado un plan sin precedentes para destituir a las autoridades separatistas de Cataluña, instalar a su propia gente en su lugar y convocar a elecciones, valiéndose de poderes constitucionales jamás utilizados para controlar a la próspera región que amenaza con independizarse.
El presidente catalán Carles Puigdemont respondió con una amenaza velada de independencia, diciéndoles a los legisladores locales que presenten un plan para contrarrestar el “intento de liquidar nuestro autogobierno” por parte de España.
Incluso los catalanes moderados se horrorizaron ante la amplitud de la medida y protestaron contra el anuncio del presidente del gobierno Mariano Rajoy con golpes de cacerolas y bocinazos de vehículos en las calles de Barcelona, la capital regional.
En un discurso televisado el sábado por la noche, Puigdemont describió los planes de Rajoy de reemplazarlo a él y a su gabinete como “la humillación que pretende el gobierno español” y un “ataque a la democracia”.
Pugdemont se refirió a la medida de Rajoy como “el peor ataque a las instituciones y al pueblo de Cataluña desde los decretos del dictador militar Francisco Franco aboliendo la Generalitat de Cataluña” en 1939.
Rajoy dijo que aplicará el artículo 155 de la Constitución para “restaurar la normalidad” en el país, que enfrenta su crisis institucional más grave en décadas. Dijo que debería realizarse una nueva elección en Cataluña en los próximos seis meses.
“Aplicamos el artículo 155, porque ningún gobierno, ningún gobierno, de ningún país democrático puede aceptar que se ignore la ley, que se viole la ley, que se cambie la ley”, afirmó.
El gobernante señaló que desea convocar a elecciones tan pronto como se reestablezca la normalidad en Cataluña.
El artículo 155 permite a las autoridades centrales intervenir si alguna de las 17 regiones autónomas de España incumple con la ley. Jamás se ha aplicado desde que fue aprobada la Constitución de 1978.