La fiesta inició en punto de las siete de la mañana, cientos de católicos se dieron cita en el interior del Santuario del Cristo Negro de San Román, para participar en la Celebración Eucarística, previo al paseo por el malecón de la de la venerada imagen.
Fernando Manzo Barajas, rector del Santuario, fue el que presidió la ceremonia, donde invitó a los católicos a vivir su fe sin temor al que dirán.
Al concluir la misa, el Cristo fue bajado y custodiado por poco más de dos mil campechanos que se dieron cita en las afueras de la Iglesia de San Román para resguardar la santa imagen que acompañada por la Virgen de la Purísima Concepción, celebró sus 457 años de su llegada a tierras campechanas.
Las altas temperaturas que se registraron no opacaron ni alejaron a los feligreses, quienes participaron en los cánticos, alabanzas, vivas y porras que se entonaron para honrar al patrón de los pescadores, quien como cada año, los fue a visitar a sus centros de trabajo.
En punto de las 9:00 horas, los pescadores estaban atentos de su llegada al Muelle de San Román, donde las 23 embarcaciones estaban listas para zarpar y realizar un recorrido desde el muelle de San Román hasta la Novia del Mar.
En el lugar también estaba la alcaldesa de Campeche, Beatriz Sélem Trueba, entre otras autoridades, quienes acompañados por más de mil campechanos custodiaron al Cristo Negro durante las dos horas que duró el trayecto.
Y aunque 23 lanchas iniciaron el recorrido, con el paso de los minutos, se sumaron 20 más, donde viajaban niños, personas de la tercera edad, y adultos, quienes no perdieron tiempo para gritar y cantar alabanzas.
Sin embargo, la fiesta no sólo fue al interior de las aguas campechanas, también en el Malecón de la Ciudad, cientos de católicos se colocaron para divisar la fiesta religiosa que se vivía en cada una de las embarcaciones.
Luego de dos horas de paseo, la santa imagen retornó al Muelle de San Román, donde era esperada por el obispo de Campeche, Ramón Castro Castro, quien recibió la santa imagen y agradeció las muestras de alegría y de amor, demostradas al patrono de los pescadores.
Luego de una breve procesión por el malecón, el Cristo retornó a su casa, donde era esperado por poco más de 3 mil campechanos, que abarrotaron los alrededores del Santuario, y participaron en la Celebración presidida por el obispo de Campeche.