En Puerto Rico solo el 20 por ciento de las escuelas han reabierto sus puertas tras el potente sismo que obligó a postergar las clases por tres semanas, en medio de temores sobre la seguridad de los alumnos.
Solo 177 escuelas recibieron la aprobación de inspectores para reanudar actividades tras el temblor de magnitud 6.4 que mató a una persona y dañó numerosas casas el 7 de enero.
Los ingenieros inspeccionaron 561 de las 856 escuelas públicas de la isla, y determinaron que por lo menos 50 no estaban en condiciones de reabrir, por lo cual unos 240 mil jóvenes no pueden acudir a sus aulas.
Los temblores secundarios que siguen ocurriendo han obligado a las autoridades a volver a inspeccionar varios edificios después de cualquier movimiento de magnitud 3, anunció la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura del Gobierno de Puerto Rico.
Desde que ocurrió el sismo de magnitud 6.4 han ocurrido varias réplicas, incluyendo una de 5.9 el 11 de enero y uno de 5.0 el sábado pasado.
El mayor de los sismos derrumbó los dos pisos superiores de una escuela de tres pisos en Guánica, una ciudad costera del sur de la isla, el 7 de enero, dos días antes del reinicio de clases.
Los expertos señalan que unas 500 escuelas públicas en Puerto Rico fueron construidas antes de 1987 y no cumplen ya con los códigos de construcción.
El secretario de educación Eligio Hernández anunció que otras 51 escuelas deben reanudar actividades el 3 de febrero y que su departamento está revisando recomendaciones sobre cómo proceder con los otros planteles.