A pesar de que las condiciones climáticas de los días en que las lluvias se hicieron presentes, fueron de gran ayuda para la industria panificadora, en estos momentos las cosas empiezan a ser distintas pues con la “nueva normalidad” hay clientes que adquirían nuestro producto y comienzan a retirarse porque presentan síntomas del COVID-19, señaló Héctor Mena Trejo, presidente de la Cámara de la Industria Panificadora.
-Esto afecta gastos de producción, no hay flujo de efectivo y esto no sale; no se va un cliente, con los problemas que tienen las tienditas, restaurantes, se va el 10, 15, 20 por ciento de la productividad.
-Si le sumamos los incrementos registrados, tanto de harina como ce manteca, aceite, margarina, azúcar, entre un 10 a 15 puntos porcentuales y eso afecta al sector panadero porque estamos trabajando a duras penas con un porcentaje muy bajo, con plantilla laboral y los gastos siguen siendo los mismos, porque bajará la producción pero la plantilla sigue la misma porque no se ha dado de baja a nadie.
Aseguró tratan de trabajar en sinergia con el equipo que cuentan para ayudarlos y enfrentar la contingencia en conjunto o de lo contrario sin los trabajadores, los patrones no hacemos nada.
Manifestó lo que hacen los industriales para amortiguar todos los incrementos, es un ajuste al producto que les permita mantener los gastos de producción “porque nos está comiendo” y hay proveedores que si no reciben su pago, no surten y el problema se agrava.