“Todo era negocio”, manifestó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en torno al cierre del Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente con sede en Puente Grande, Jalisco.
Y es que el gobierno anunció el cierre definitivo de la cárcel de Puente Grande, prisión del estado de Jalisco famosa por ser la primera fuga del capo del narcotráfico Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa.
Explicó que esto se debió a que gobiernos anteriores contrataron el servicio de “penales privados”.
“Todo era negocio, ayer estuvimos viendo, porque se está cerrando el penal de Puente Grande, porque se contrataron penales privados, o sea se contrataron empresas que le cobran al gobierno por el servicio de los penales, o sea se privatizó también lo de las cárceles, entonces estamos pagando por cárceles federales que no ocupamos, tenemos nueve mil espacios en cárceles federales, y tenemos que pagar como si estuviesen llenas, porque son los contratos que heredamos”, explicó.
Indicó que con ese recurso se está apoyando a estados en donde las cárceles están saturadas.
“Donde hay hacinamiento, y estos reclusorios como Puente Grande que estaba totalmente abandonando, y que tenía apenas 400 reclusos, le vamos a dar al terreno otra utilidad, vamos a hablar con el gobierno de Jalisco”.