El encierro obligado que provocó la contingencia sanitaria por COVID-19, ha tenido efectos muy negativos en la niñez de nuestra entidad, pues hay menores que sufren problemas mentales, hablan solos y tienen miedo a salir.
-El problema puede ser grave y debe atenderse de inmediato, brindarles seguridad y un retorno a clases puede ser una buena medida, pero para ello deben tomarse primero las medidas de seguridad física de los educandos.
Manuel Loeza Cabrera, expresidente de la Sociedad de Padres de Familia en el Estado, señaló lo anterior y se pronunció porque los padres de familia se interesen por la educación de sus hijos pues el encierro ha traído más problemas que la libertad que tienen los infantes cuando quedan solos en casa.
Afirmó las escuelas públicas están rezagadas mientras que las privadas, utilizaron el sistema mixto, clases presenciales y en línea y esto debería aplicarse en las escuelas de Gobierno, y frenar el rezago educativo en que se encuentra la mayoría de los estudiantes.
-La ignorancia es uno de los más grandes riesgos, y son presa fácil de caer en problemas de alcoholismo, drogadicción pues muchos padres de familia tienen que trabajar; el retorno a clases es una garantía de cuidado por los maestros, pues es una obligación que tienen.