El éxito que la argentina Anya Taylor-Joy goza actualmente subió como la espuma desde el 2015 en su debut como Thomasin, la controvertida hija de una familia puritana en la Nueva Inglaterra del siglo XVII, en el filme de La Bruja. Y no es de extrañar, pues es una talentosa y natural actriz de vocación.
Sin embargo, sería muy injusto adjudicar el talento innato como el factor determinante a su éxito, pues la joven promesa de la actuación es un ejemplo de constancia, trabajo duro y resiliencia, resultado de su impacto en el mundo de la actuación.
En sesión para las fotos de la revista Vogue se puede sentir una Anya Taylor-Joy luciendo los looks más luminosos y etérea.
#AnyaTaylorJoy no deja que la definan con facilidad. La protagonista de la portada de Vogue Octubre hecha en colaboración con Vogue España nos ha dejado en claro que planea tomar el mundo por sorpresa. ✨ Mira todo sobre nuestra portada de Octubre aquí: https://t.co/Q99PQfSbVE pic.twitter.com/6vM1Qn3mi0
— Vogue Mex y Latam (@VogueMexico) September 17, 2021
Seis años después de su debut en la pantalla grande, con casi dos decenas de proyectos a sus espaldas, la rubia argentina asegura que no existe otro hogar para ella que un set de grabación.
“Normalmente, entre película y película, si tengo tiempo voy a visitar a alguna persona con la que quiera estar. Tengo muchos amigos entre Nueva York, Londres y Los Ángeles. Mis vacaciones preferidas, el sitio al que siempre me apetece regresar, es mi casita de la infancia en Argentina. Ahí es donde suelo pasar las navidades, con la gente que me conoce desde pequeña. Y también a España: mi abuela vive en Zaragoza, y me encantan Asturias y Barcelona”, confesó.