Como parte de las acciones permanentes de capacitación que garanticen que personal de protección civil y los organismos de asistencia social, de salud y educación de los 11 municipios se encuentren plenamente coordinados y preparados para la Temporada de Huracanes 2013, que inicia el próximo 1 de junio, la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación impartió el curso-taller denominado “Administración de Refugios Temporales y Centros de Acopio”.
Jorge Argáez Uribe, director del Centro Estatal de Emergencias de Campeche (CENECAM), explicó que es fundamental que el personal de las instancias involucradas en las tareas de protección civil, tengan los conocimientos y herramientas necesarias para activar y operar de manera rápida y eficiente, los refugios temporales que albergan a las personas que requieren dejar sus viviendas, porque su seguridad se encuente en riesgo.
El curso de capacitación estuvo a cargo de Laura García Chávez, de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación y fue dirigido a más de 100 personas, entre directores de Protección Civil, personal del DIF Estatal, autoridades municipales, elementos militares y navales, y funcionarios de las secretarías de Salud y Educación.
Explicó que la primera fase de estos talleres fue dirigido a los municipios que integran la zona norte -Calkiní, Hecelchakán, Tenabo, Hopelchén, Champotón y Campeche-; mientras que la segunda, correspondió a la zona sur -El Carmen, Palizada, Calakmul, Escárcega y Candelaria-.
Entre los puntos expuestos en el curso sobresalen los relacionados con la administración de un refugio, su operación, las áreas específicas que lo conforman, personal necesario, condiciones de instalaciones y reglamentos generales.
Argáez Uribe precisó que en todo el Estado hay capacidad para conformar 630 refugios, para lo cual se emplean instalaciones educativas, edificios públicos, así como auditorios e instalaciones deportivas.
Finalmente, explicó que en el transcurso del año toda esa infraestructura recibe supervisión profesional, para garantizar que sus condiciones físicas ofrezcan una estancia segura a las personas que requieran del resguardo.