El expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, enfrenta una acusación de “tráfico de influencias” por parte de su ex pareja, Ana María Orozco Castillo, quien actualmente se encuentra presa en el penal de Santa Martha Acatitla por fraude.
Según el abogado de la mujer, Góngora Pimentel utilizó sus influencias para encarcelarla después de que se enfrentaran en un juicio por la manutención de sus hijos.
Desde el principio del juicio, el expresidente de la SCJN fue sentenciado a dar el 35 por ciento de su pensión, mayor a los 350 mil pesos, para la manutención de sus dos hijos diagnosticados con autismo, sin embargo, Góngora Pimentel apeló el fallo y al final la cantidad fue reducida a 50 mil pesos mensuales.
De acuerdo con la información revelada en el programa de la periodista Carmen Aristegui, Góngora Pimentel utilizó su cercana amistad con jueces para poder encarcelar a su ex pareja cuando ella no registró una vivienda ubicada en Xochimilco a nombre de sus hijos, ella argumentó que no lo hizo por tratarse de menores de edad y fue acusada por “fraude genérico”.
Al final, y en tiempo récord, una jueza del DF ordenó la aprehensión de Ana María en mayo 2012 y el 7 de junio fue ingresada a Santa Martha Acatitla.
Mientras tanto, en el recurso que presentó el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Genaro Góngora Pimentel, para impugnar la decisión de un juez, que lo obligaba a pagar el 35 por ciento de sus ingresos como pensión alimenticia para sus dos hijos, el ex ministro alegó que no se tomó en cuenta el “estatus social medio bajo” de ambos.
En la emisión de Noticias MVS, el reportero Juan Omar Fierro reveló que Góngora solicitó al tribunal tomar en cuenta dicho estatus, por lo que llamó a otorgar el nivel de ingresos que le correspondería a la madre, Ana María Orozco Castillo, quien desde el año pasado se encuentra encarcelada por presunto fraude.
Además, pidió excluir cualquier gasto por concepto de diversiones, al argumentar que sus dos hijos, con autismo, “se ven imposibilitados para divertirse”.
A diferencia del 35 por ciento que se le había obligado a pagar como pensión, el ex ministro, cuyo salario por jubilación ahora asciende a más de 350 mil pesos, calculó que lo correcto era otorgar un gasto de 12 mil 818 pesos mensuales por cada niño.
Góngora Pimentel, con ayuda de su abogado, hizo un desglose de gastos por alimentación, ropa, calzado, colegiaturas y útiles escolares, todo conforme a un estatus de “clase media baja”.
En suma, reconvino a la juez a establecer una pensión de 12 mil 818 pesos mensuales para sus hijos, por gastos en ropa, calzado, comida, colegiaturas y útiles, y no el 35 por ciento de su salario.