Y ante la insistencia de algunos de dejarle a sus hijos pequeños que juegue con sus celulares, esta historia. En el poblado de Portland, Oregón, Paul Stoute recibió una notificación de que había comprado un automóvil Austin-Healey Sprite de 1962 por un precio de 225 dólares, cuando él jamás había hecho tal pedido.
El padre descubrió que su pequeña hija Sorella de 14 meses, fue la culpable de tal compra, cuando jugaba con el teléfono, por lo que sin querer, realizó la compra en la tienda eBay, donde él se interesó por algunos objetos, entre ellos el auto.
Paul Stoute declaró a medios locales afortunadamente, ella no compró el Porsche de 38 mil dólares.
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