En un comunicado de prensa que emitió el poder legislativo, informó que los daños materiales que dejó el CNTE, por lo menos aquella noche en que ocurrió, fueron de más de un millón 500 mil pesos. Mientras que el acarreo del cambio de sede que llevaron a cabo ante el bloqueo, el 21 de agosto es de casi 3 millones de pesos.
Los bienes que sufrieron daños fueron dos cámaras de circuito cerrado de televisión; tres equipos biométricos; 20 rejas de popotillo y una reja ubicada en el lado oriente fue derribada.
También, fueron cortadas cuatro mangueras contra incendios de 30 metros, cuatro pitones de las mangueras presentan fallas, 24 vehículos fueron dañados, resultando uno de ellos incendiado.
También resultaron rotos los cristales y micas de policarbonato de las casetas de vigilancia de los estacionamientos 1, 2, Puerta 5 y la Aduana del estacionamiento 2, con desprendimiento de cables que brindan diferentes servicios.
Además un reloj digital del equipo biométrico fue arrancado mientras que 30 cristales de la planta baja del edificio “G” resultaron rotos; 10 rejillas de drenaje fueron utilizadas para atacar a los efectivos de la Policía federal al igual que nueve macetones de barro y el desprendimiento de lajas de recubrimiento de las jardineras ubicadas a un costado de las escalinatas del Edificio G, materiales utilizados para agredir al personal de resguardo y seguridad.
El costo aproximado de esta situación es cercano a los tres millones de pesos, siendo la renta de los salones, equipos y servicio de alimentos del Centro Banamex los más caros, como un monto de un millón 900 mil pesos.
Entre otros de los gastos que señalan, está la renta de salones y servicio de alimentos del Hotel Camino Real para el grupo parlamentario del PAN, que tuvo un costo de 222 mil pesos.
Para el PRI y el personal administrativo de la Cámara de Diputados se rentaron salones y se contrató el servicio de alimentos del Hotel Riazor, con un costo de 190 mil pesos, mientras que el traslado de los legisladores al Centro Banamex en 19 autobuses tuvo un costo de 143 mil pesos.
La renta de computadores e impresoras generó gastos por 123 mil pesos, y los alimentos para el personal de resguardo y seguridad, así como la Policía Federal en San Lázaro tuvieron un costo de 147 mil pesos, entre otros.