María Mercedes Sosa Castillo, de 85 años de edad, y su nieta que le acompañaba, quien resultó lesionada, abandonaron el predio que ocupaban en el barrio de San Francisco, el cual fue baleado durante la madrugada del martes primero de octubre en el que sujetos armados también atacaron una vivienda de Samulá.
Entre tanto en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se informó que las investigaciones en torno a los hechos violentos que marcaron los predios de San Francisco y Samulá, y en el que resultó una menor lesionada, continúan con su curso. Esperan los resultados del Sistema IBIS, para determinar si el arma de fuego calibre 9 milímetros fue empleada en otro crimen en el país.
A tres días de que se registraran los hechos violentos, las investigaciones continúan al respecto, aunque hasta el momento no hay un solo retenido. Entre tanto los habitantes del predio marcado con el número 45, de la calle Zarco, entre 10 y 12 del barrio de San Francisco, ante la incertidumbre por la falta de resultados de las autoridades se vieron en la necesidad de abandonar la vivienda.
Hasta el momento no se sabe si permanecen bajo la protección de elementos de la PGJE o simplemente se cambiaron de hogar o abandonaron la ciudad.
Amayrani Natalí Hernández, de 17 años de edad, quien resultó lesionada con un rozón de bala en la cabeza, se encuentra recuperándose satisfactoriamente.
La menor de edad resultó lesionada durante la madrugada del martes, cuando un supuesto grupo de tres personas, a bordo de un auto compacto blanco, dispararon en 12 ocasiones contra la vivienda.
Uno de los proyectiles hirió a Amayrani, cuando está se sentó en su cama al escuchar las detonaciones del arma de fuego. Al interior de la vivienda quedaron televisores y otros muebles dañados.
Tras la agresión, los sujetos se dirigieron a la calle 5, entre 10 y 12, en el fraccionamiento La Vista donde dispararon en 15 ocasiones en contra la vivienda y el Ford, Fiesta color dorado, con placas DHC-3276 del estado.
En este segundo predio, Alberto Enrique Yam, marcó al número de emergencias al escuchar las primeras detonaciones, por lo que llegaron elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes se retiraron.
A los 10 minutos volvieron los agresores, quienes accionaron el arma de fuego de nuevo contra la vivienda para finalmente darse a la fuga sin ser retenidos. Hasta el momento se desconoce la identidad de los agresores ni el móvil.