A fin de evitar posibles peligros ante los momentos de tensión que enfrentan Estados Unidos e Irán, las aerolíneas comerciales están ajustando sus rutas en Medio Oriente.
La adecuación de itinerarios podrían afectar hasta a 15 mil pasajeros al día, prolongar los tiempos de vuelo en un promedio de 30 a 90 minutos, y dañar severamente los balances finales de las aerolíneas.
De acuerdo a analistas, estas medidas podrían generar una crisis que derivara en fuertes pérdidas económicas.
Se estima que dos aerolíneas kazajas, Air Astana y SCAT, analizaban cambiar sus rutas o cancelar sus vuelos sobre Irán después de que un avión de pasajeros ucraniano chocara poco después de despegar de la capital iraní, matando a los 167 pasajeros y 9 tripulantes.
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