Entre alabanzas, lágrimas de gratitud, oraciones y fe, el Cristo Negro de San Román fue bajado de su altar para ser expuesto a los fieles católicos, con lo que se conmemora el 448 Aniversario de la llegada de la sagrada imagen a Campeche e inician las festividades en su honor programadas hasta el 29 de septiembre, cuando el Santo Patrón de los san romaneros regrese a su altar.
El Santuario de la Iglesia de San Román lució abarrotado antes de la homilía de las 12:00 horas, misma que fue oficiada por el párroco Martin Mena Carrillo, quien exhorto a los creyentes a tener fe en todo momento, en especial, “en los tiempos actuales que son sumamente difíciles, con esa fe podemos motivar a nuestro prójimo a salir adelante, pero nuestra fe debe estar cimentada en Jesucristo”.
“Hay que venerar al Jesús entregado, sacrificado y resucitado, viene a traer paz y fuego a la tierra, pero fuego purificador, hermanos llevamos 448 años de que esta imagen desciende en nuestros corazones y nos motiva pese al cansancio, que está sagrada imagen a todos nos conmueva el corazón y que las lágrimas de devoción nos purifique, lancémonos a este fuego de Jesús y que la fe vaya en aumento” dijo el rector del santuario.
Posteriormente, en punto de las 13:00 horas, los cánticos, las adoraciones, el olor a incienso y flores se desbordaron por todo el recinto sagrado, era la señal de que el Santo Patrón de este tradicional Barrio de San Román descendería de su altar para estar en contacto con su pueblo, en tanto los integrantes del Gremio de Colaboradores se preparaban para recibir a la imagen y dejarla expuesta a los fieles.
Al pie del altar, las reinas de las festividades del 2012, eran despedidas para dar paso a la reina de la Feria de San Román 2013, Karla Alejandra Matus Peraza y Miss Chiquitita San Román, Karla Daniela Montero Castilla quienes invitaron a los campechanos a “unir sus corazones y recibir las bendiciones del Cristo Negro y llevarlas por el mundo, ofreciendo amor y paz como lo hizo el señor”.
Ante la mirada expectante de más de 400 católicos que buscaron la manera de entrar en la Iglesia de San Román que tanto por dentro y fuera lucia completamente llena, la imagen del Cristo Negro fue bajada lentamente, mientras de fondo se oían las alabanzas de fe, amor, serenidad, jubiló y victoria.
La sorpresa y el jubiló fue mayúsculo, cuando la imagen fue depositado en unos taburetes en el pasillo de la iglesia, sin el cristal que año con año le colocan para evitar el deterioro, seguidamente, le fueron instalados unos lienzos en la cabeza, manos y pies, mientras que en la parte inferior le colocaban el manto que fue donado por hermanos del Estado de Yucatán que cada año obsequian esta vestimenta al Cristo Negro.
Mientras que el Cristo Negro recibía los últimos detalles para su permanencia en el pasillo de la iglesia, cientos de feligreses hacían cola para que, con mucha paciencia, esperaran su turno para poder acercarse a la imagen del hijo de Dios y ofrecerle alguna promesa o para darle las gracias por algo que haya concedido.
Tanto por dentro como por fuera, la alegría no podía disimularse, los feligreses cantaban y rezaban, otros compraban flores y veladoras para ofrecérselas al señor de San Román, en tanto que los juegos mecánicos esperaban pacientes a que los feligreses salieran para ofrecer un rato de diversión.
Así dio inicio una de las tradiciones más arraigadas de Campeche, la bajada del santo Cristo Negro de San Román, el cual marca el inicio de las fiestas tradicionales de los barrios que se encuentran en la ciudad.