En medio de gritos de “!Traidores!” y “!vende patria!” , jaloneos, empujones, insultos y connatos de bronca, con 31 votos a favor, subidos en una silla, los diputados del PRI, PAN y Panal integrantes de la LXI Legislatura del Congreso del Estado aprobaron este día la minuta enviada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que valida la reforma energética, con lo que el Estado de Campeche se suma a las entidades federativas que como parte del Constituyente, lo han hecho.
Ante la noticia de que este sábado se sometería al pleno del Congreso dicha Minuta, hizo que los diputados de izquierda, Ana María López Hernández (PT), Ismael Canul Canul y Teyda García (PRD) y el diputado independiente Manuel Zavala Salazar, se presentaran casi media hora antes en el recinto oficial de sesiones para impedir el acceso a los diputados y se celebrara la vigésima tercera sesión ordinaria, cuyo único punto de la orden del día era la reforma energética.
Acompañados de unas 50 personas, los diputados locales de izquierda y algunos dirigentes de su partido, realizaron una marcha que partió de la sede de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hasta el recinto oficial de sesiones, portando pancartas y lonas con leyendas en contra de la aprobación de la Reforma Energética, presencia que causó gran revuelo.
Luego de más de media hora de permanecer en ese lugar, se enteraron del cambio de sede del recinto oficial de sesiones al Centro de Convenciones Campeche XXI, por lo que una pequeña comitiva encabezada por Manuel Zavala, se trasladó hasta ese lugar, donde ya se encontraban los diputados del PAN, PRI y Panal, en sesión ordinaria, cómodamente instalados en el Salón 1, mientras los demás mantenían bajo resguardo el lugar.
El acceso al lugar se encontraba cerrado por lo que los diputados locales ingresaron al inmueble por el estacionamiento, vía que también permitió a los inconformes llegar hasta el salón 1, luego de que, según se dijo, Ramón González Flores, secretario general del Poder Legislativo, les permitiera el paso como una medida para evitar que los inconformes y el diputado Zavala Salazar impidieran el cierre de la cortina metálica.
Esta acción permitió también que periodistas de “la fuente” también tuvieran acceso al Centro de Convenciones y, detrás de ellos, el resto de los militantes, dirigentes y simpatizantes del PRD, PT y Morena, con pancartas y lona en mano.
En el salón 1, Zavala Salazar y Alexis Herrera Aké, dirigente estatal de la juventud del PT, se habían instalado entre la mesa directiva y los diputados locales, impidiendo la visibilidad entre unos y otros, sin que personal del Poder Legislativo pudiera hacer nada por impedirlo, mientras la mesa directiva daba cuenta del contenido de la Minuta enviada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Eran las 12:55horas cuando el resto de los inconformes hicieron su arribo comandados por el dirigente estatal de Moreno, Carlos Ucam Yam, quien megáfono en mano señalaba manifestaba su rechazo a esta aprobación, pedía que escucharan “al pueblo”, en tanto sus acompañantes se colocaban junto del diputado independiente.
En las sillas instaladas para los diputados, en primera fila, Edgar Hernández Hernández, presidente de la Junta de Gobierno y coordinador de la bancada priísta, se mantenía inmóvil, cuyo rostro enrojecido dejaba ver su enojo por la irrupción y el descontrol que durante prolongados minutos se dio en la sesión.
Esto no impidió que los integrantes de la mesa directiva, continuaran con la lectura del documento.
En lo que pareció una medida desesperada y desorganizada, diputados del PRI se colocaron entre los inconformes y la mesa directiva, y algunos más detrás de está, incluyendo algunos panistas, en la que también participaron asistentes de los legisladores.
De nada sirvió. Los inconformes, sobre todo mujeres, a codazos y empujones, rompieron el endeble cerco y encararon a los diputados, a quienes no dejaban de gritar “!traidores!” y “!vende patria!”.
En tanto, el dirigente estatal de Morena, cuestionaba y recriminaba la intensión de la sesión y encaraba a diputados como María Santamaría Blumm que trataba de “convencerlos” de calmarse y salir del lugar. La respuesta fue un reclamo del dirigente quien le indicó que su obligación era escuchar a la gente y que no era diputada de un partido, sino de los campechanos, quienes la llevaron hasta ese lugar.
En medio de este caos, los diputados del PAN y la representación legislativa del PAN, mantuvieron la calma y evitaron caer en confrontaciones, que pudieran desencadenar mayor violencia, lo que no ocurrió con los priístas pues el diputado Carlos Ortega Ruíz, casi iracundo, manoteaba y gritaba a las mujeres que no dejaban de llamarlos “!traidores!” y “!vende patria!”, al perder el control por los manotazos que daban a la mesa.
Las cosas estuvieron a punto de salirse de control con un connato de bronca pues algunos servidores públicos del Poder Legislativo y asistentes de los diputados, a empujones trataban de hacerlas a un lado, lo que hizo que varios varones se metieran en defensa de sus compañeras.
En tanto, a espaldas de la mesa directiva, González Flores discutía acaloradamente con Manuel Zavala Salazar; sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia, enrojecidos, ambos indignados defendiendo su postura.
En el salón, los gritos de los manifestantes se escuchaban por encima del sonido local, aturdiendo a algunos de los integrantes de la mesa directiva, quienes trataban de concentrarse en el protocolo, sobre todo el presidente Jorge Sáenz de Miera Lara y el secretario Carlos Ortega Ruiz, a quien a gritos para hacerse escuchar, le pedía contabilizar los votos de los diputados, a la petición de los coordinadores parlamentarios del PRI y PAN y la representación legislativa del Panal de que la Minuta fuera de obvia resolución, es decir, no darle más lecturas.
Fueron presa del nerviosismo. Pidieron a los diputados manifestar uno por uno el sentido de su voto, lo que era prácticamente imposible por el descontrol que reinaba en el lugar por lo que solicitaron a los diputados ocupar sus lugares para continuar con los trabajos.
De nueva cuenta, les pidieron votar pero ahora levantando la mano.
Ante la nula visibilidad entre la mesa directiva y los representantes populares, la gran mayoría optó por subirse a una silla y levantar la mano. No todos lo hicieron. Sin embargo, esto no impidió que se “contabilizaran” 31 votos a favor “y cuatro en contra”.
-¡Miren como aprueban! ¡Levantando la mano! ¡Qué ridículos! –grito Ucam Yam.
En tanto, el presidente de la mesa directiva instruía al diputado secretario “párate y ve la votación”.
-31 votos a favor –aseguró de inmediato el aludido pero también se indicó que “cuatro en contra”.
Esto provocó que los gritos aumentaran, igual que los empujones y jaloneos. Aumentaron de intensidad los adjetivos de traidores y vende patria para luego dar paso al “!México!, ¡México!”, una y otra vez, acompañados de aplausos, festejo al que se sumó el diputado Ortega Ruíz en un intento por ser sarcástico… fue el diputado Marcos Charles Pinzón quien logró calmarlo.
-… que sea remitido a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Primer Secretario elabore la minuta correspondiente –se escuchó en el sonido local.
-Pasamos al punto de asuntos generales. Algún diputado desea hacer uso de la palabra… en vista de que no hay oradores, se procede a clausurar la sesión –indicó casi sin aliento el presidente de la mesa directiva, Jorge Sáenz de Miera Lara, quien señaló la hora del cierre.
Fue abruptamente interrumpido por Zavala Salazar quien le reclamó no haber pasado al punto de asuntos generales.
-¡No lo pasaste, cuál asuntos generales!
-No pediste la palabra. Ya lo pasamos –fue la respuesta.
-Siendo las 13 horas del día de hoy 14 de diciembre del 2013, se declara clausurada esta vigésima tercera sesión del primer periodo ordinario del segundo año de ejercicio constitucional.
Acto seguido, los diputados abandonaron el salón 1 por la puerta de acceso al sótano del Centro de Convenciones, auxiliados por elementos de Seguridad Pública vestidos de civil, quienes durante la discusión hicieron acto de presencia para garantizar su integridad física, para dirigirse al estacionamiento, donde la gran mayoría abordó rápidamente un vehículo, mientras más elementos policiales formaban valla en la puerta de salida.
-¡No tienen vergüenza! ¡Extranjeros malditos! – se escuchó en el salón 1, mientras los diputados abandonaban la sede alterna del recinto oficial de sesiones.