Un botín estimado en más de 70 mil pesos, entre dinero en efectivo, fichas telefónicas y prendas de oro y plata, fue lo que se llevaron un trío de sujetos, entre ellos una mujer, los cuales armados con pistola en mano sorprendieron a los empleados de Dunosusa, ubicado sobre la calle 16 número 119 del Barrio de San Francisco.
El atraco se registró cerca de las 21:30 horas del jueves pasado, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección a la Comunidad y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) implementaron diversos operativos en diferentes puntos de la ciudad capital sin resultados favorables.
Según datos recabados, señalaron que el personal de la tienda ya había cerrado el negocio por lo que habían bajado la cortina metálica, sin embargo, al interior del mismo se encontraba una pareja comprando, fue entonces que el esposo de la dama abrió la pequeña puerta metálica de donde ingresaron violentamente los dos hombres y la mujer, uno de los sujetos portaba una pistola con la que amagó a todo el personal, incluso la pareja que pretendían retirarse.
Bajo amenaza de muerte los llevaron a un pasillo, donde amarraron de pies y manos con cinta canela a los empleados y a la pareja de clientes, donde sólo dejaron sin atar a Marianel Palomo García, encargada de la tienda, a la cual la amagaron y exigieron que los llevara hasta donde se encuentra la caja fuerte.
En un principio la encargada se resistió, lo cual motivó que uno de los ladrones pateara a un empleado indefenso que apenas se podía mover y ante los gritos de dolor de su compañero, la encargada accedió y los llevó a la caja fuerte que ella misma abrió.
Los ladrones se apoderaron de 70 mil pesos en efectivo, producto de las ventas del día, también agarraron varias fichas telefónicas, el dinero de una caja de ahorros, los teléfonos celulares de los empleados y de la pareja de clientes. También se les despojó de los billetes y monedas que poseían y de las prendas de oro y plata que cargaban.
Con el cuantioso botín en mano amenazaron de nueva cuenta a quienes tenían sometidos y se enfilaron a la pequeña puerta, la cual cerraron tras salir. Marianel, a la cual no ataron, de inmediato desató a sus compañeros y marcó al número de emergencias del C-4.
Al sitio llegaron varias unidades de la PEP, así como de la Policía Ministerial Investigadora, peritos y el Ministerio Público del fuero común, donde realizaron los trámites correspondientes para dar inicio a una investigación y dar con el paradero de los delincuentes.