En uno de los ataques más crueles que se han perpetrado en la historia moderna de aquel país, esta mañana el ataque a una escuela paquistaní administrada por el Ejercito en la norteña ciudad de Peshawar ha dejado 141 muertos de los cuales más de 126 era niños.
Todo sucedió después del medio día cuando milicianos talibanes de Pakistán, lograron acceder a la escuela que brinda educación a niños de primaria y adolescentes de secundaria vestidos con uniforme del Ejercito, una vez dentro, abrieron fuego indiscriminadamente contra los niños y salón por salón, arrojaron explosivos, dando muerte a todo aquel a su paso.
“Estábamos en una clase cuando escuchamos disparos. El sonido de los tiros se acercaba hasta que la puerta se abrió de golpe y dos personas comenzaron a disparar indiscriminadamente”, explicó uno de los alumnos, un niño de unos 14 años.
El Ejército paquistaní lanzó a continuación una operación para liberar la escuela, que se vio dificultada por los explosivos colocados por los atacantes en el interior, hasta que, hacia las 18:20 horas, declaró que había retomado el edificio y anunció la muerte de los siete insurgentes que cometieron el ataque.
Las cadenas de televisión locales emitieron imágenes con escenas de caos alrededor del colegio con un gran número de soldados y ambulancias en el área cercana a la escuela, mientras los disparos y explosiones se podían escuchar desde el exterior.
132 estudiantes y nueve empleados del colegio murieron, mientras que 122 resultaron heridos.
El portavoz, que no explicó si los talibanes fueron muertos por el Ejército o se inmolaron con sus explosivos, añadió que los insurgentes no tenían intención de tomar rehenes, sino de causar el mayor número posible de víctimas.