Tres israelíes murieron y 22 resultaron heridos en cuatro ataques registrados, tres casi de manera simultánea en Jerusalén y la ciudad israelí de Raanana, que acabaron con dos agresores palestinos muertos por disparos de las fuerzas de seguridad.
El último de los ataques se registró esta mañana en Raanana, al norte de Tel Aviv, donde un hombre acuchilló al menos a seis personas, una de las cuales fue ingresada en situación muy grave.
El autor de la agresión fue detenido por personas que estaban en el lugar y puesto a disposición de la policía.
El suceso más grave se registró en el asentamiento israelí de Armón Hanatziv, en Jerusalén Este, donde dos atacantes palestinos de 22 y 24 años atacaron a la gente con un arma de fuego y un cuchillo, según imágenes de la Policía.
El suceso se registró en una zona limítrofe con la población palestina de Yabel Mukaber.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha convocado una reunión de urgencia con su gabinete de ministros para analizar la situación que vive la zona desde el 1 de octubre.
El movimiento islamista Hamás ha “bendecido” los últimos ataques contra objetivos israelíes y pedido que continúen.
Los palestinos han declarado una “jornada de la ira” como protesta contra el aumento de visitas judías a la Explanada de las Mezquitas, situada en el territorio ocupado de Jerusalén, que consideran una provocación y un cambio del statu quo, lo que Israel niega.
Los ataques y disturbios de los últimos trece días se han cobrado la vida de siete israelíes y 29 palestinos, una decena de estos supuestos autores de ataques y el resto en disturbios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza.