Un pequeño helicóptero aterrizó cerca del ala oeste del Capitolio en Washington, sede del Poder Legislativo de EE. UU., y su ocupante fue detenido por la Policía del Congreso.
La aeronave tocó tierra en la zona ajardinada que hay frente a la fachada del emblemático edificio, donde se celebran las investiduras presidenciales desde la de Ronald.
Tras el aterrizaje, los agentes procedieron a detener al ocupante del helicóptero, inspeccionar el aparato y cortar las calles que rodean las instalaciones del Capitolio.
Los sobrevuelos en las inmediaciones del Capitolio, en el corazón de Washington, están estrictamente prohibidos y hay restricciones fuertes en el área. Los aviones tienen que ser autorizados previamente.
El objetivo del hombre era, según medios locales, hacer un acto de desobediencia civil para interpelar a los parlamentarios sobre la corrupción a raíz de la creciente desreglamentación del financiamiento electoral.
“Exijo una reforma y declaro una rebelión del elector de una manera conforme a la descripción de Jefferson de los derechos en la declaración de la independencia”, escribe el hombre en una carta que iba enviar a cada uno de los 535 legisladores estadounidenses.
El suceso se produce tres días después de que el sonido de un disparo hecho por un suicida obligara a cerrar los edificios del Capitolio como medida de precaución, incluyendo el Centro de Visitantes.