Una exposición itinerante de un enorme muñeco inflable con el rostro del ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva vestido de presidiario comenzó ayer en Sao Paulo, donde fue erguido sobre el puente Estaiada Octávio Frias de Oliveira, uno de los lugares emblemáticos de la ciudad.
El muñeco, de 12 metros de altura, encabezó el pasado domingo una protesta realizada en Brasilia, en el marco de la jornada de movilizaciones promovida por defensores de la destitución de la sucesora de Lula y actual mandataria, Dilma Rousseff.
El “Lula inflable”, que está encadenado a una enorme esfera que dice “Operación Lava Jato”, recorrerá a partir de hoy las principales capitales regionales. Lava Jato es el nombre del operativo policial que desmanteló la red de desvíos de fondos en la estatal Petrobras.
Lula, Rousseff y el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) fueron los principales blancos de las protestas el domingo 16, cuando por primera vez el ex dirigente sindical fue directamente asociado por los manifestantes a los escándalos de corrupción en Petrobras.
También es la primera vez que el carismático político izquierdista fue calificado de “ladrón”, “bandido” y “corrupto”, en cientos de carteles y en todas las ciudades donde hubo manifestaciones.