Los acontecimientos ocurridos y que condujeron a la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” ubicada en Ayotzinapa, Guerrero, ha cumplido un año, un año que ha dejado más dudas que certezas en las investigaciones que las autoridades realizan al respecto.
Las autoridades de todos los niveles y competencias relacionadas con este hecho y sus consecuencias no han podido dar respuestas certeras.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), conformado para la investigación del Caso Ayotzinapa, dice que en el ataque a los normalistas y al grupo de fútbol Los Avispones –que se movilizaban en cinco autobuses- registrado la noche del 26 de septiembre y las primeras horas del 27, tuvo la participación de elementos de los cuerpos de seguridad de Iguala, Colula con señalamientos de la participación de grupos ministeriales y de personal de inteligencia del Ejército Mexicano.
El saldo de este hecho, dejó como saldo la muerte de seis personas ejecutadas extrajudicialmente, 40 heridos, 43 desaparecidos y 700 víctimas, tomando en cuenta tan solo a los familiares directos de los estudiantes considerados como no localizados a la fecha.
Al parecer a los estudiantes se les confundió con un grupo criminal, o la posible infiltración de miembros del crimen organizado en los autobuses en los que viajaban los normalistas.
Para la Procuraduría General de la República, la investigación realizada dio como resultado lo que ellos determinaron como la “verdad histórica” presentada el 27 de enero de 2015, por el entonces titular Jesús Murillo Karam, quien dijo que los 43 normalistas fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río, de acuerdo, dijo, con los restos encontrados en un basurero de Cocula.
Hoy se cumple un año de que los padres de familia y familiares de los desaparecidos continúan exigiendo la continuidad de la investigación para dar con el paradero de sus seres queridos, rechazando los resultados forenses de identificación de ADN presentados por la dependencia federal tras el análisis de restos por parte de la Universidad de Innsbruck.
Por lo que para exigir a las autoridades la aparición de los estudiantes no localizados así como el esclarecimiento de lo sucedido la noche del 26 de septiembre en Iguala, a un año de la agresión, en diversos puntos del mundo se realizaron marchas, manifestaciones y actos conmemorativos para demostrar que Ayotzinapa continúa presente en la memoria histórica de la sociedad.
Este hecho, tan lamentable para México a trascendido fronteras pues ahora cuenta con el apoyo de personajes de influencia mundial, como el Papa Francisco quien ha enviado mensajes de aliento para las familias de los normalistas desaparecidos.