Luego de más de tres meses de los hechos ocurridos en Tanhuato, Michoacán, el caso sigue sin tener claridad. La balacera que dejó a 42 civiles muertos ha desatado sospechas de ejecución, hipótesis que ha sido descartada tanto por Enrique Galindo, Comisionado General de la Policía Federal, así como por la misma Procuraduría estatal, sin embargo, las preguntas del caso se ven superadas por las respuestas.
Tras la balacera ocurrida en Tanhuato, Michoacán, el pasado 22 de mayo, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), José María Cázares, reconoció que no tiene información que determine que hubo ejecuciones o tortura en el Rancho El Sol.
Los declaraciones se dan a dos días de que la misma Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán (PGJE) entregara el expediente de lo ocurrido a la Procuraduría General de la República (PGR).
Cázares indicó que el organismo a su cargo no tuvo acceso a la documentación entregada a la PGR. Aunque sí pudo acceder al acta circunstanciada de los hechos, lo que les permitió determinar a los 43 cadáveres, uno de ellos elementos de la Policía Federal.
El ombudsman estatal detalló que se encontraron balas en distintas partes de los cuerpos aunque “no encontramos balas en la cabeza”.
También señaló que había armas de distintos calibres a un lado de los cadáveres; además de una bodega quemada, donde hallaron tres cuerpos calcinados.