Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, sostuvieron un encuentro poco común en el que se comprometieron a seguir trabajando en la normalización de las relaciones tras décadas de hostilidades.
Castro insistió en que ambos países podrán normalizar sus lazos sólo cuando Washington levante el embargo económico y devuelva a Cuba la base naval que ocupa en Guantánamo, en el primer discurso en la Asamblea General de la ONU de un presidente cubano desde que su hermano Fidel habló en la Cumbre del Milenio en el 2000.
Por su parte, Obama sostuvo que confía en que el Congreso de su país pueda aprobar el fin del embargo. Su Gobierno ha sostenido que no tiene intención de devolver el territorio ocupado por la base naval, aunque está trabajando para cerrar la controvertida prisión que funciona en el lugar.
Y es que Castro y Obama sorprendieron al mundo en diciembre al anunciar una distensión en los lazos. Luego de ese anuncio, en abril ambos presidentes se reunieron durante la Cumbre de las Américas en Panamá. También han hablado en varias ocasiones por teléfono.