Legisladores demócratas de los Estados Unidos boicotearon el discurso de Benjamin Netanyahu sobre Irán en el Congreso, mientras que otros, presentes en el hemiciclo, manifestaron ostensiblemente su irritación ante lo que consideran un golpe político y partidario.
El discurso del primer ministro israelí, provocó una sutil batalla entre los dos grandes partidos en el Congreso, donde muchos de los asientos abandonados por legisladores demócratas fueron ocupados por republicanos para disimular el vacío. Legisladores republicanos se pusieron de pie en múltiples ocasiones para ovacionar a su huésped.
La líder de los demócratas de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, presente, mostró su disgusto sacudiendo su cabeza, levantando los ojos al cielo y comentando en alta voz varios pasajes del discurso de Netanyahu.
Demócratas, como los senadores Robert Menendez y Chuck Schumer, mostraron entusiasmo, pero la mayoría de los demócratas se limitaron a aplaudir por cortesía. Algunos incluso se mantuvieron obstinadamente de brazos cruzados durante todo el discurso de Netanyahu.
Jan Schakowsky recordó que Benjamin Netanyahu había sido uno de los más fervientes partidarios de derrocar a Sadam Husein, y destacó la ausencia de un “plan B” si fracasaban las negociaciones internacionales sobre el programa nuclear iraní. Lo que he escuchado se parece mucho a un intento de empujar una vez más a Estados Unidos a una guerra, agregó el funcionario.