Se sabía a la perfección cada una de las letras de Caifanes, mientras su pequeño cuerpo y su coleta se meneaban encima de una silla en las primeras filas, la niña no pasaba de los diez años, por algo Saúl Hernández hizo un llamado a cuidar a las nuevas generaciones porque son el futuro y la esperanza del planeta.
Sin embargo, 19 mil “aliados”, tanto niños, como jóvenes y contemporáneos de la agrupación estuvieron unidos la noche del 11 de diciembre de 2015 en el Palacio de los Deportes para vivir un “ritual” que rompió barreras generacionales a cuatro años de distancia del reencuentro de la banda de rock más emblemática de este país.
Acompañado de su saxofón y recorriendo de un lado a otro el escenario, frente a los teclados e incluso con guitarra acústica, siempre bailando, Diego Herrera muestra que los años no pasan por Caifanes. Su entusiasmo y el de Sabo Romo, Alfonso André y Saúl Hernández, es el mismo de finales de los ochenta, cuando eran unos jóvenes en busca de sueños y esa actitud, la transmiten a sus nuevos fans.
“Debajo de Tu Piel”, “Para Que No Digas Que No Pienso En Ti”, temas del álbum El Silencio marcaron el inicio de la “ceremonia” por ahí de las nueve y media de la noche. “Muchas gracias, bienvenida raza. Esto es un sueño, muchas gracias” obviamente el aplauso es para ustedes”, dijo el líder de la banda.
Con los ánimos encendidos, la agrupación continuó con el recorrido por sus temas más emblemáticos de las cuatro placas discográficas que grabaran entre 1988 y 1994 y los catapultaran a la fama, así sonaron “Miedo”, “Te Estoy Mirando”, “Cuéntame Tu Vida”, “Detrás de Ti” y “Mátenme Porque Me muero”.
Aunque la banda se encuentre en el proceso creativo de su nuevo álbum, tras más de 20 años de no grabar, mostró un toque refrescante al interpretar una versión acústica de “Metamorfeame”, que es precisamente uno de los temas con un sonido más poderoso y rockero. “Afuera”, uno de los clásicos del grupo, también fue presentado en una nueva versión.
Tras el falso final del concierto, siguieron “Quisiera Ser Alcohol”, “Mariquita”, “Amárrate A Una Escoba y Vuela Lejos” y “No Dejes Que”, pero la verdadera culminación del ritual vino con una canción que cambiara el rumbo de la carrera de Caifanes en sus inicios: “La Negra Tomasa”, que puso a menear las caderas hasta a los más rockeros “aliados” sin importar su edad.