El volcán Calbuco volvió a encender la alarma en el sur de Chile y Argentina con su tercera erupción en menos de diez días, que se produjo pasadas las 13 horas. Las localidades que ya sufrieron las consecuencias de las cenizas tomaron nota del evento de inmediato y evaluaron sus características para adoptar precauciones.
Al cabo de unas horas se estableció que la pluma que emanó de la montaña era de menor envergadura que las dos anteriores. La de hoy tiene entre 4 y 6 kilómetros, mientras que las otras alcanzaron los 15.
Otra variante respecto a las últimas dos erupciones fue la dirección del viento. En esta ocasión, las cenizas se desplazan hacia el sudeste, en dirección al mar a la altura de Comodoro Rivadavia. Por esa razón, los comités de crisis que se montaron en Bariloche y Neuquén concluyeron que la actividad no revestía gravedad esta vez.
El intendente de Villa La Angostura, Roberto Cacault, estimó que incluso el sedimento podía no llegar a cruzar la cordillera. Aunque su pronóstico falló, la localidad que gobierna -severamente afectada por la erupción del Puyehue en 2011- parece haber quedado fuera del camino de la pluma.
El área que con seguridad no estará exenta de cenizas es la denominada comarca andina del paralelo 42. En El Bolsón y sus alrededores se preparaban ante la posible caída.
La trayectoria podría alcanzar también a Esquel, en Chubut, cuyo aeropuerto fue el que sirvió de base la semana pasada cuando ni el de Bariloche, San Martín de los Andes y Neuquén operaban normal.
Aunque en las primeras horas de incertidumbre se registraron algunos vuelos cancelados. Según supo Infobae, es potestad de las compañías aéreas decidir si vuelan o no a la zona.