Luego de una semana de protestas en el centro de la ciudad de Chihuahua, en el conflicto por el agua, campesinos y sus tractores fueron retirados por grupos antimotines del plantón que mantenían desde hace.
En el desalojo no se dieron confrontaciones ni violencia, ya que ante la presencia de los policías que doblaban en número a los agricultores, éstos decidieron sacar sus tractores y salir de las calles que mantenían ocupadas y bloqueadas.
Sin embargo, al menos dos casetas de peaje en Camargo y en Ojinaga continúan tomadas por los campesinos, quienes buscan evitar que el gobierno federal y estatal extraigan más agua de tres presas, ya que dicen la sequía les impedirá cosechar sus cultivos.
Amenazaron con radicalizar sus protestas, ya que sigue extrayéndose agua de las presas El Granero, La Boquilla y Las Vírgenes.