Las consecuencias de una vida de excesos y sin límites sanos empieza a pasarle factura a la actriz Lindsay Lohan quien se encuentra disfrutando de unas vacaciones en las playas de Ibiza y ha sido captada en traje de baño luciendo “muy diferente”.
Lejos de la sensual figura que mostraba años atrás, la ex chica Disney, de 28 años, optó por un traje de baño fosforescente que le ayudó a cubrir la flacidez de su abdomen pero no así el deterioro de uno de sus senos.
A la pelirroja pareció no importarle demasiado y disfrutó de un divertido paseo en moto acuática y de un buen chapuzón.
Comentarios de Facebook