Animadores y payasos que ofrecen show carnaval a domicilio están generando ventas en las tiendas de disfraces que estaban a punto de morir, manifestó Estela Rodríguez Zárate, propietaria de uno de estos negocios que se vieron severamente impactados al suspenderse el carnaval.
“Es una nueva modalidad que están creando los animadores, también ellos están afectados por la pandemia y en este tiempo ha salido a relucir la creatividad, y esto nos está ayudando porque hay familias que compran disfraces a sus hijos para recibir el show”.
Reconoció que hay interés de los campechanos por no dejar morir está tradición que es tan importante, por ello este año que fue suspendido el carnaval por el covid-19, están buscando opciones para que las fechas no pasen desapercibidas.
“Sobre todo los niños de preescolar que sus maestros aconsejan a los padres de familia recordar estas tradiciones, y aunque las ventas no se comparan con lo que habíamos tenido en años pasados al menos nos ayudan a mantenernos de pie”.