Aunque de una manera más sencilla por lo costoso que ahora resulta elaborar un pibipollo, este primero de noviembre las familias campechanas acostumbran celebrar el hanal pixan de los adultos colocando este platillo típico maya en el centro del altar.
Para los campechanos, es toda una fiesta recibir a los seres queridos que se adelantaron en el camino como parte de la creencia de que existe el inframundo, por ello han hecho un esfuerzo un año más para sacar adelante esta tradición que aunque en algunas partes del Estado es modificada, se mantiene la esencia que es recibir a los difuntos.
Es todo un ritual la llegada de los las ánimas en esta época porque previo al día primero de noviembre se purifican las casas con incienso, los patios se limpian y las albarradas se pintas en las comunidades del camino real para que esté todo listo cuando lleguen sus seres queridos.
Desde muy temprano, antes de que salga el sol, las familias comienzan con la preparación del pibipollo llevando el nixtamal a moler para que desde las primeras horas del día esté listo el platillo principal para colocar su ofrenda.