Increíble pero cierto, pasajeros de una aerolínea rusa tuvieron que empujar un avión TU-134 para que pudiera despegar del aeropuerto de Igarka, en Siberia.
El incidente ocurrió el martes cuando un remolcador no pudo mover al avión de 47 toneladas que tenía las ruedas trabadas.
La temperatura ambiente había caído a 52 grados bajo cero, lo que habría provocado la congelación del sistema de frenos del tren de aterrizaje.
Ante esa situación, los pasajeros cansados del retraso decidieron bajarse a empujar para ayudar al remolcador.
La fiscalía siberiana abrió una investigación para establecer si los servicios del aeropuerto, la tripulación del TU-134 y sus pasajeros incurrieron en un delito de violación de las normas de seguridad de vuelo.
En cualquier caso, después de la intervención de los pasajeros el avión pudo salir del aparcamiento y emprender el vuelo a Krasnoyark, su punto de destino, donde aterrizó sin novedad.