Con voces altisonantes y palabras soeces, integrantes de la “resistencia civil”, encabezados por Omar Chiquini Cu y Patricia Domínguez Morales, se presentaron a las puertas del recinto oficial de sesiones, exigiendo la salida “inmediata” de la diputada de MOCI, Abigail Gutiérrez Morales, para exigirle “cuentas”.
Acompañados de una veintena de personas, Chiquini Cu y Domínguez Morales dejaron su “tinglado”, para pretender ingresar al recinto oficial de sesiones, “porque somos pueblo”, y recibir información sobre su demanda de no permitir el nombramiento del Auditor Superior del Estado, Javier Hernández Hernández, no permitir el nombramiento de funcionarios “de fuera”, y en contra del presidente de la Junta de Gobierno.
A voz en cuello, Domínguez Morales exigía la salida de la legisladora Abigail Gutiérrez, por representar a Escárcega, para reclamar su falta de apoyo en su “huelga de hambre” y no les apoye en su protesta.
Ante la actitud beligerante de los manifestantes, llegaron elementos de la Policía Estatal, quienes ingresaron al recinto oficial para cuidar la salida de los diputados locales, ante cuya presencia los inconformes aseguraban solo querían información.
La sesión había concluido; algunos diputados priistas no tuvieron más opción que escuchar sus quejas y acusaciones, sus reclamos, pero solo lo hicieron por algunos segundos, a pesar de recibir elogios.
Uno a uno los legisladores abandonaron el recinto oficial; dentro solo quedaba el presidente de la Junta de Gobierno, Alejandro Gómez Cazarín y personal de apoyo.
Con actitud amenazante, Domínguez Morales gritaba a la legisladora mocista que le diera la cara, al darse cuenta que abandonaba el lugar con otros integrantes de su bancada.
Las palabras subieron de tono. “Te lo digo de frente, soy campechano, cabrón”, “así, calladito te ves más bonito, cabrón”, gritaba Chiquini Cu, mientras un integrante de sus huestes le pedía entrar al lugar.
-No, ya, vamos –ordenó.
-¨”¿Cómo no se paró Abigail? ¡Pinche vieja, corrupta, vendida por 300 mil pesos la ihijoe…!” –reclamaba Domínguez Morales quien no dejaba de decir improperios en contra, mientras Chiquini Cu abandonaba lentamente el lugar, sin dejar de lanzar acusaciones y advertencias.