Personal de Petróleos Mexicanos aseguró dos estaciones de servicio de combustible en Mérida porque fueron descubiertos en el momento en que descargaban etanol en los depósitos de gasolina Magna. Al parecer, ambas estaciones, una en la colonia Xoclán y la otra en la Crescencio Rejón, vendían combustible adulterado.
La paraestatal comenzó el procedimiento correspondiente y se iniciaron los trabajos de laboratorio para corroborar que se vendía combustible adulterado. En caso de confirmarse, se podría rescindir el contrato de la venta de combustible a Administradora Lamol, propietaria de las dos estaciones.
Además, los propietarios enfrentarían un proceso penal ante las autoridades federales, ya que desde ayer se interpuso la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público, que ya investiga estos hechos.
Según la información oficial, la acción fue descubierta in fraganti, cuando se descargaban 30,000 litros de etanol en el depósito de gasolina Magna de la estación 7827, en la avenida 128 con avenida Juan Pablo II, en Xoclán.
El hallazgo fue anteanoche, a las 11:45 p.m., cuando una patrulla de Seguridad Física de Pemex llegó a la gasolinera de la avenida 128 con Juan Pablo II.
El oficial se dio cuenta de que la pipa que descargaba algo en el tanque de gasolina Magna tenía algunas irregularidades, por lo que se acercó y solicitó la documentación necesaria; fue cuando se dieron cuenta de que lo que se vertía era etanol, o sea, alcohol. El chofer de la pipa dijo a los agentes federales que antes había descargado 30,000 litros del mismo producto en la gasolinera 2907, en la avenida Internacional con calle 81.
Ambas estaciones fueron aseguradas. Personal del laboratorio de Pemex arribó a las 4 de la mañana a la gasolinera de Xoclán, donde tomaron muestras. Permanecieron ahí hasta las 10 de la mañana, y luego se dirigieron a la gasolinera de la avenida Internacional para hacer el mismo trabajo. No se reportaron detenidos ni el camión quedó resguardado.
Los empleados que ayer por la mañana llegaron para comenzar su turno indicaron que no sabían de qué se trataba, pero no les permitieron trabajar.
En caso de confirmarse alguna irregularidad, se iniciarán los trámites para la recisión de contrato para la venta de combustible y los dueños enfrentarían un proceso penal, aunque en el lugar se dijo que el caso tomó un rumbo mercantil, por lo que se limitarían a retirar la concesión al dueño.
La paraestatal informó que en coordinación con la Profeco verifican cada tres meses las estaciones para comprobar que cumplan la reglamentación.