Tras la apertura del mercado principal “Pedro Sainz de Baranda” comerciantes temen un incremento de casos de covid-19.
Tanto locatarios como consumidores consideraron esta medida de irresponsable debido a que regulaba el ingreso en el principal centro de abasto, y obligaba a las autoridades municipales a poner orden en este espacio.
“Al Ayuntamiento le vale, es su obligación mantener protegidos estos espacios y ahora quiere echarle la culpa a los policías, cuando la obligación es de ellos”, manifestó Jorge Pech Canché, quien vende carnes rojas.
De su lado, María Josefina Can, consideró que es pronto para quitar las vallas, “la pandemia no se ha superado, estamos en semáforo verde como una estrategia del gobierno estatal para que vayan a votar, pero creo que no es el tiempo”, dijo.
Responsabilizaron a la autoridad municipal de un repunte de los casos, debido a que hay mucha gente que ingresará a este espacio sin cubreboca y no habrá nadie para frenar el ingreso.