Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, dijo que debemos tener en cuenta que los efectos en el gasto público por la caída de los precios del petróleo no serán exclusivos de 2015 ni de 2016.
En México estamos acostumbrado a gastar con ingresos provenientes del petróleo de entre 80 y 100 dólares por barril. Ya no los tenemos y parece que esa caída será durable. Tendrán que pasar algunos años para regresar a los ingresos anteriores, dijo Carstens.
Carstens consideró razonable y apropiado el ajuste anunciado la semana pasada por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al gasto público porque, sostuvo, la otra alternativa sería contratar mayor deuda. Pero el gobierno federal ha comprometido que no habrá nuevos impuestos ni aumentará las tasas de los vigentes.
El titular de Banxico rechazó anticipar el impacto que tendrá en el crecimiento para 2015.
Asimismo afirmó que el ajuste fiscal anunciado por Videgaray constituye un buen propósito, sobre todo por la oferta de que se evitará al máximo reducir el presupuesto para los programas sociales y en ese caso el impacto a las familias de menores ingresos será lo más limitado posible.
También sostuvo que uno de los grandes objetivos del recorte es suavizar el impacto para 2016.